Nuevamente Javier Lozano Alarcón vuelve a ser noticia nacional, después que mexicanos contra la corrupción piden se aclare para conocer el resultado de la averiguación previa en contra del ex secretario del trabajo de Felipe Calderón Hinojosa.
Veamos el trabajo periodístico de Notigodinez.
México, 27 de junio 2020 (NOTIGODÍNEZ).- Vladimir Ilich Malagón Rendón, Capitán de Infantería del Ejército Mexicano, fue torturado brutalmente, encarcelado y condenado a 27 años de prisión por el presunto asesinato de otro militar, el capitán Carlos Antonio Alemán Pérez, quien fungía en 2010 como escolta de Javier Lozano Alarcón, entonces “secretario del Trabajo” del régimen usurpador de Felipe Calderón.
¿Qué acciones de Malagón Rendón precedieron a este calvario? Haber denunciado los vínculos de Lozano con el Cártel de Sinaloa. Y uno de los primeros militares que Malagón contactó para hacer esta denuncia, el General de División Jorge Juárez Loera, fue asesinado de un balazo en la cabeza a plena luz del día el 22 de mayo de 2011.
De acuerdo con una investigación de la periodista Guadalupe Lizárraga, fundadora del medio digital Los Ángeles Press, Vladimir Ilich Malagón fue un militar de primera categoría. Su formación y habilidad en las áreas de inteligencia y antiterrorismo, le valieron importantes ascensos en su carrera militar, incluyendo pasar del equipo de la Presidencia de la República a la seguridad del edificio principal de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), bajo el mando del mencionado general de división Juárez Loera, quien le extendió varios reconocimientos por su impecable trabajo en las tareas encomendadas.
No obstante, sus investigaciones en la detección de fugas de información sensible desde el Ejército hacia el crimen organizado, así como las fuertes medidas de seguridad que implementó para frenar ese delito, molestaron a altos mandos de la corporación castrense. Al poco tiempo comenzó a ser acosado y hasta vigilado en su domicilio particular.
Hacia el año 2010 y en medio de ese hostigamiento, el capitán Carlos Antonio Alemán Pérez, escolta personal de Javier Lozano, se le acercó para hacerle una peculiar invitación: trabajar con el Cártel de Sinaloa en coordinación con Manuel Alejandro Aponte Gómez, alias “El Bravo”, exmilitar encargado de la seguridad de Joaquín “El Chapo” Guzmán, señalado entonces como líder de esa organización criminal.
Alemán Pérez le aseguró que muchos militares, entre generales, jefes, oficiales y tropa, ya estaban enrolados con el cártel y recibiendo pagos de 50 MIL DÓLARES sólo por servir como soplones. Además del dinero en efectivo, Alemán ofreció a Malagón convertirlo en “jefe de plaza del Estado que él quisiera con gente, armas y recursos” a manos llenas. El capitán de infantería se negó.
Las “ofertas” de Alemán a Malagón para integrarse al Cártel de Sinaloa continuaron y paulatinamente se convirtieron en hostigamiento. El 1 de junio de 2010, el escolta de Javier Lozano volvió a exigir a Malagón que se reuniera con él para negociar su colaboración con Aponte Gómez, bajo amenaza de asesinar a su familia. Malagón se presentó al lugar indicado acompañado de dos escoltas, Ruth Ahuatzin Cruz Blancarte y Jesús Ismael Rangel Vera.
En el punto acordado, Alemán lo esperaba a bordo de un vehículo y le exigió que subiera solo. Una vez dentro, le confió lo siguiente:
El Cártel de Sinaloa ya compró al presidente Calderón. La secretaría de Gobernación también está hasta la madre de gente que trabaja para Sinaloa, incluyendo al secretario Blake Mora, también tienen a la SEIDO, a la PGR, a varios gobernadores y secretarios de Estado que también trabajan para ellos, para hacer negocios y lavar dinero en propiedades, negocios y más.
Y nada más para que te des cuenta de que no te miento, el Cártel de Sinaloa tiene trato directo con mi jefe [Javier Lozano Alarcón]. Y mi jefe sabe que estoy aquí contigo, y si te mato no habría pedo porque en estos momentos estoy de servicio con él, o sea que lo estoy escoltando.
Alemán sacó entonces un arma. Hubo un forcejeo entre ambos militares. El vehículo, que estaba en movimiento, impactó contra un poste. Malagón logró salir del auto chocado y corrió para salvar su vida mientras Alemán, herido en el accidente, accionaba contra él su arma de fuego. Para entonces, Malagón ya había denunciado a Alemán y a Lozano con su jefe directo, el general Jorge Juárez Loera, quien le aconsejó dar vista a la Policía Judicial Militar.
Dos días después, el 3 de junio de 2010, Malagón fue detenido y acusado del homicidio del escolta de Javier Lozano. En su declaración jurada, narró las amenazas y ratificó los señalamientos a Lozano por su presunta colaboración con el Cártel de Sinaloa. En respuesta, el capitán segundo de Infantería Juan Sánchez Galeana y los tenientes Raúl Trejo Sánchez, Gilberto Francisco Uscanga e Ignacio Silva García, lo torturaron durante 72 horas para que confesara haber asesinado a Alemán por un tema pasional.
En efecto, el 12 de junio de 2010, el diario Reforma –señalado por Guadalupe Lizárraga como uno más de los entes de lavado de dinero al servicio del Cártel de Sinaloa– publicó una nota titulada “Asesinan a militar por celos”, acusando a Malagón y a su escolta, Ruth Ahuatzin Cruz Blancarte, de fraguar y perpetrar el homicidio de Alemán “tras enterarse de que su esposa [de Malagón] lo engañaba con él [Alemán]”.
Sin embargo, Reforma omitió la versión de Malagón en la que señala a Alemán y a su jefe Javier Lozano por sus nexos con el multicitado grupo criminal.
Poco menos de un año después, el 7 de mayo de 2011, el general ya retirado Jorge Juárez Loera fue asesinado en pleno Circuito El Parque, muy cerca del Periférico, en Naucalpan, Estado de México. La versión oficial del homicidio fue un “altercado vial con otro conductor”. En tanto, Malagón se encuentra actualmente en la cárcel, purgando una condena de 27 años de prisión y luchando porque su caso sea reabierto para obtener justicia.