El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, pidió vigilar el medio ambiente para que no se desarrollen proyectos de minería en las regiones de Actopan, Alto Lucero y Chiconquiaco, o presas en el río Los Pescados, en Jalcomulco.
En la homilía dominical recordó que hace un año se llevó a cabo una manifestación por el cuidado a la tierra, con el lema: “Sí a la vida, no a la mina”, que alertaba sobre empresas en las regiones de Palma Sola y Quiahuiztlán, por la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde, hacia la zona de Chiconquiaco, las cuales desarrollaban proyectos y experimentos de extracción de minerales.
Destacó que esta región del centro de Veracruz es hermosa y abundante en recursos naturales que son como “dones de Dios”, con plantas especiales que no existen en otras partes del país y una migración de aves que ingresan por la región de la laguna de La Mancha. No obstante, esta zona está amenazada por las empresas mineras que no trabajan como antes, con túneles, sino a cielo abierto y con explosivos y sustancias tóxicas que contaminan tierras y agua, y dividen a las poblaciones.
“Una vez que obtuvieron [los minerales], después de destrozar el ambiente, desaparecen y el pueblo se queda en la miseria con una situación terrible, por eso estamos en esta lucha, hay que respetar las aguas y consultar verdaderamente al pueblo”, insistió.
Sin embargo, continuó, muchas veces las leyes favorecen a estas empresas y les dan permiso hasta por 50 años para hacer las extracciones que afectan a las poblaciones cercanas.
Agregó que por si fuera poco, cerca del cerro de La Paila, donde se hacen estos trabajos, se encuentra Laguna Verde, que es otra bomba de tiempo, por lo que “nos toca a todos estar atentos y vigilar”. Reyes Larios mencionó que a pesar de que la población y organizaciones defensoras del medio ambiente han denunciado estos experimentos de extracción de minerales y son del conocimiento del gobierno del estado, “a veces” los trabajos continúan por debajo del agua y hay que estar siempre manifestando el desacuerdo por la destrucción de estos ecosistemas.
Lo mismo sucede en las presas del río Los Pescados, que solamente benefician a unos cuantos y operan sin autorización ni conocimiento de los pueblos que viven del turismo o de la venta de sus productos.
“Los campesinos no tienen por qué ser pobres”
En el día dedicado a San Francisco de Asís, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, indicó que todos tenemos la idea de que los campesinos son pobres o necesitan ser pobres, sin embargo, el cultivar frutas, legumbres, maíz o aguacate es una actividad que puede dejar buenos dividendos. “Si el trabajo del campo se hace con gusto, empeño y tecnificación se pueden hacer maravillas, las personas no tiene por qué ser pobres, al contrario”, aseguró.
A pesar de ello, reconoció que los gobiernos acostumbran a la gente a la entrega de dádivas, las cuales dan a los campesinos para “medio pasarla”, y la gente se conforma con eso en lugar de buscar mejores medios para salir adelante. En este sentido, refirió que es necesario estimular a la gente del campo para buscar su desarrollo y recordó que alguna vez Veracruz fue llamado el “granero de México”, debido a su importante producción de maíz y caña.
Por ello reiteró que es necesario no olvidar que necesitamos entusiasmar a los campesinos de México, para que hagan bien las cosas y confíen en la calidad de sus terrenos, pues bien es posible vivir de la tierra.
