El gobierno de México respondió al memorándum emitido por Estados Unidos sobre cooperación internacional en materia de combate a narcóticos.
Ayer jueves, el presidente Donald Trump advirtió que podría tomar medidas contra México si no percibe un incremento en sus esfuerzos antinarcóticos durante los próximos doce meses.
CDMX.- Maxnoticias.com.mx. Al igual que por el tráfico de estupefacientes, el gobierno mexicano manifiesta su preocupación por el trasiego ilegal de armas de fuego, incluyendo de alto poder, que se registra de forma masiva desde Estados Unidos, cuyo uso ha sido documentado en miles de asesinatos cada año en México, advirtió la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El gobierno de México respondió al memorándum emitido por Estados Unidos sobre cooperación internacional en materia de combate a narcóticos.
La SRE apuntó que México refrenda su compromiso para seguir cooperando en el combate a la producción y tráfico de estupefacientes, bajo marcos de colaboración bilaterales y multilaterales, que reflejen la corresponsabilidad en las causas y vías de solución del problema, así como sobre la base del respeto a su soberanía.
Reiteró que el tráfico de drogas y su violencia asociada están alimentados por los altos niveles de consumo.
“Las metas de reducción del uso de narcóticos no siempre son cumplidas por los países de la región”, subrayó.
Informó además que México agradece la disposición del gobierno de Estados Unidos, expresada recientemente por el secretario de Estado, para explorar mecanismos para frenar el trasiego de armas desde Estados Unidos a su territorio.
Ayer jueves, el presidente Donald Trump advirtió que podría tomar medidas contra México si no percibe un incremento en sus esfuerzos antinarcóticos durante los próximos doce meses.
Trump escribió en el documento que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador necesita incrementar sus esfuerzos para erradicar cultivos de amapolas, incautar drogas, abrir causas penales y embargar bienes de traficantes.
“Sin mayor progreso durante el próximo año, evaluaré la determinación de que México ha fracasado evidentemente en el cumplimiento de sus compromisos internacionales antinarcóticos”, indicó.
Este viernes, la Cancillería mexicana reviró que la producción, trasiego y distribución de estupefacientes, operadas por redes trasnacionales del crimen organizado, así como la violencia asociada a estos, representan un problema de carácter regional, cuya atención requiere la colaboración y esfuerzos coordinados de los gobiernos de la zona.
“Debido al efecto pernicioso que tiene el tráfico y consumo de narcóticos en las sociedades, al grado de desolar comunidades enteras, México se ocupa de perseguir y combatir la producción y tráfico de narcóticos en territorio nacional, muchas veces con un alto costo humano y material.
“Y participa propositiva y activamente en numerosos mecanismos e iniciativas de cooperación bilaterales y multilaterales contra el trasiego ilegal de estupefacientes”.
La nueva administración federal de México promueve intensas campañas de prevención enfocadas en disuadir su uso entre la población joven, asentó.
Subrayó que el negocio del narcotráfico está sustentado en los recursos multimillonarios que genera y que son blanqueados en los sistemas financieros de los países de la región.
“La solución integral al cáncer del narcotráfico pasa también por un esfuerzo de los países por prevenir y sancionar el lavado de dinero”, expuso.
La Cancillería refirió que toma nota del memorándum, el cual se emite con base en el cumplimiento de una legislación interna de Estados Unidos y que en sus términos hechos públicos no tiene efectos legales sobre México.
Es la primera amenaza directa en el frente antinarcóticos, pero México ha estado en la mira de Trump desde antes que llegara a la Casa Blanca.
Durante su campaña electoral insistió en que forzaría al país vecino a pagar por la ampliación de un muro a lo largo de la frontera binacional, lo que no ocurrió.
Luego planteó la posibilidad de anular el tratado comercial que Estados Unidos alcanzó hace tres décadas con México y Canadá, alegando que perjudicaba a la clase trabajadora estadounidense.
Las negociaciones dieron lugar a una versión actualizada del acuerdo comercial, para cuya entrada en vigencia sólo resta la ratificación del congreso estadounidense.
Y Trump retiró su amenaza de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas sólo después de que ambos gobiernos acordaran en junio expandir la cantidad de inmigrantes que esperan en territorio mexicano mientras avanzan sus solicitudes de asilo ante Estados Unidos.