¿Cómo inicio Acosta Chaparro en el narco?
Por Max Morales Valades.
Síntesis de la acciones de la vida del General Mario Arturo Acosta Chaparro Escapite
(Segunda parte)
Resumen breve; para los que no leyeron la primera parte este es el relatando de lo que viví en tiempos de mi juventud! siendo empleado de la PGJEG, en los años 70 y 80, conocí en persona Teniente Coronel Mario Arturo Acosta Chaparro Escapite, muchas veces asistí a reuniones de carácter oficial, en mesas de seguridad pública, (antes se decía las juntas) los comandantes de las diferentes plazas en el estado lo respetaban, todos le hacían la reverencia como a todo militar de clase se le hace, con la mano en frente señal de jerarquía y respeto.
Además Acosta Chaparro, fue un hombre de 1.90 metros de estatura con 120 kilos de peso, con color de piel blanca llegando a ver su cara enrojecida, un personaje ¡carismático y siniestro! de mirada penetrante, en los años 80 los capos de la droga eran ciudadanos de respeto, no se metían con la población civil, al contrario ayudaban con los gastos de las escuelas, iglesias, se pavimentaban banquetas y calles fueron construidas por estos señores de la droga, quienes llegaron a respetar de gran manera al Teniente Coronel Acosta Chaparro.
El teniente Coronel, Por ahí encontró la forma de extorsionar y perseguir a estos traficantes de drogas, aprovechando las instrucciones del gobernador Rubén Figueroa Figueroa, de apresar a la gente del maestro lucio Cabañas y de Genaro Rojas, hacia redadas en los pueblos, con el simple pretexto que se escondían guerrilleros, aprovechaba para incursionar en los ranchos ganaderos de la región de costa grande, Aguas Blancas, Tepetixtla, San Vicente el Paraíso, paso de Vaca, Hacienda de Cabañas, Tenexpa y Tetitlan.
Los ganaderos por regular todos poseían armas como escopetas, rifles calibre 22, que los utilizaban para cazar y espantar a los animales carroñeros, como el gato montés, que se comen a las gallinas, tejones, mapaches y jabalíes que destruyen y se comen los plantíos de maíz, en la parte alta de la sierra madre del sur, igual también hay tigres y jaguares, que se comen a los becerros pequeños, pastan con sus madres las vacas.
Por esa razón la mayoría de los agricultores y ganaderos poseían armas, para la protección de sus ranchos y parcelas, pero llegaba Acosta Chaparro, detenía a todo aquel que se atravesaba en su camino, como él decía este fin de semana nos vamos de cacería la sierra de Atoyac de Álvarez Gro, por viaje siempre bajo con 30 o 40 detenidos, en la mayoría de veces fueron hombres y mujeres inocentes, que posteriormente se les acuso de Narcotraficantes o guerrilleros,posteriormente fueron torturados y asesinados.
En aquellas fechas no se portaba credencial del INE, solo la licencia de conducir, o la cedula cuarta documento válido para identificación pero, sin fotografía, muchos ciudadanos traían la cartilla del servicio militar único documento que ya tenía foto del titular, por esa razón en esos tiempos fue fácil desaparecer o ser asesinado muchas veces fueron arrojados en la curva de la “Frente del Diablo” sobre los peligrosos acantilados del mar que están ubicadas sobre la carretera Acapulco Pie de la Cuesta, rumbo a Zihuatanejo Gro
