Los republicanos también preven mantener el control del Senado, lo que obligará a ambos partidos a trabajar de forma bipartidista.
Las elecciones de noviembre llevaron a millones a las urnas.
WASHINGTON DC.— Fiel a las proyecciones, los demócratas recuperaron este martes el control de la Cámara de Representantes por primera vez desde 2010, dando un fuerte revés a la agenda política del presidente Donald Trump, en una jornada marcada por una alta participación electoral y con numerosas victorias para candidatos latinos.
Según proyecciones, los demócratas tienen prácticamente asegurado el control de la Cámara de Representantes, que perdieron en 2010 con el surgimiento del movimiento ultraconservador “Tea Party”.
Las tendencias apuntan a que los republicanos mantendrán el control del Senado, según la cadena CNN. Pese a que las proyecciones mostraban lo contrario, el senador republicano por Texas, Ted Cruz, logró defender su escaño por otros seis años, frente al demócrata Beto O´Rourke, que lo mantuvo en ascuas en los últimos meses.
En los comicios de 2018, estaban en juego los 435 escaños en la Cámara Baja, 35 en el Senado, 36 gobernaciones, y centenares de puestos locales y estatales.
Los demócratas solo necesitaban una ganancia neta de 23 escaños para recuperar la Cámara Baja, y de dos escaños en el Senado, aunque afrontaban la ingente labor de defender una veintena de escaños, incluyendo en estados que ganó Trump en 2016.
Aún así, los senadores demócratas, Bob Menéndez, en Nueva Jersey, y Joe Manchin, en Virginia Occidental, lograron la reelección, pese a haber sido blanco de crudos ataques.
Un “referendo” sobre Trump.
A lo largo de la jornada, los demócratas lograron victorias en estados clave para poder recuperar la Cámara Baja, y eso significa un duro revés para Trump, que en las últimas semanas se volcó de lleno a favor de candidatos republicanos, con advertencias de que un triunfo de la oposición sería desastroso para el país.
Pero, según la legisladora demócrata por Florida, Debbie Wasserman Schultz, algunos votantes republicanos respaldaron a candidatos demócratas, hartos del clima de hostilidad política en Washington y porque quieren a un Congreso que pueda poner freno a “la locura en la Casa Blanca”.
Los demócratas también se hicieron con las gobernaciones en Michigan, Nuevo México, Colorado y Kansas, aunque sufrieron una gran derrota en Florida, donde Andrew Gillum perdió frente al republicano Ron DeSantis.
La legisladora demócrata y presidenta del Caucus Hispano del Congreso (CHC), Michelle Luján Grisham se convirtió en la primera gobernadora latina de Nuevo México, en reemplazo de la latina republicana, Susana Martínez.
Las victorias demócratas, sin duda, se debieron en buena medida a la comunidad latina, que vio un incremento tanto en su participación en las urnas como en el número de candidatos en todos los puestos del gobierno.
En declaraciones a este diario, Rocío Saénz, del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), dijo que los comicios han dejado en claro que las familias latinas “no nos vamos a dejar intimidar por Trump y los políticos que buscan dividir nuestras comunidades”.
“Los latinos están votando en números récord por mejores salarios, cuidado de salud asequible y el derecho a unirse a un sindicato, así como para enviar un poderoso mensaje a los republicanos que han dado la espalda a la gente trabajadora y explotado el odio y la división” para fines políticos, enfatizó Saenz.
Por su parte, Margarida Jorge, del grupo “Health Care for America Now”, dijo que, al devolver la Cámara Baja a manos demócratas, los votantes “han rechazado los incesantes ataques republicanos contra el cuidado médico y la retórica divisoria del presidente Trump”.
Los republicanos trataron de ocultar sus
esfuerzos por desmantelar “Obamacare” y anular las protecciones para condiciones médicas pre-existentes o la aprobación de recortes tributarios para los ricos y corporaciones, pero los votantes “no cayeron en esa trampa”, dijo.
Según Jorge, los demócratas tienen por delante la tarea de corregir el daño que han causado los republicanos al sistema de cuidado médico y su continuo “sabotaje” de “Obamacare.
Diversidad en la contienda.
Las elecciones registraron un alto número de mujeres, latinos y afroamericanos en contiendas locales, estatales y federales, aunque algunas aún se mantienen con resultados impredecibles.
Sin embargo, ha sido una noche de triunfos para al menos 40 candidatas, incluyendo a 19 de grupos minoritarios.
En Nueva York, la demócrata Alexandria Ocasio-Cortez prácticamente se ha convertido en la legisladora más joven en la Cámara Baja, por el distrito 14.
En Texas, dos latinas hicieron historia al ganar escaños del estado en la Cámara Baja: la demócrata Verónica Escobar ganó el escaño por el distrito 16, mientras que Sylvia García, ganó en el distrito 29.
En Florida, la ecuatoriana Debbie Mucarsel-Powell desbancó al legislador republicano, Carlos Curbelo, en el distrito 26, al final de una reñida contienda.
La presidenta del Partido Demócrata de Florida, Terrie Rizzo, afirmó que la victoria de Mucarsel-Powell abre “un nuevo capítulo para los votantes del distrito 26… y una clara victoria para las familias trabajadoras”.
Mucarsel-Powell “será una férrea defensora del cuidado de salud asequible, el medio ambiente, y medidas para la seguridad de las armas que mantengan la seguridad en las comunidades”, señaló.
También en Florida, la ex secretaria de Salud bajo la Administración Clinton, Donna Shalala, venció a la republicana María Elvira Salazar, por el escaño del distrito 27.
La legisladora republicana, Ileana Ros-Lehtinen, se jubiló este año, dejando vacante el escaño del distrito 27, en unos momentos en que el sur de Florida ha venido registrando cambios demográficos y diversificación del electorado en los últimos años.
Los votantes de Florida además aprobaron la enmienda 4, restableciendo de esta forma el derecho al voto de alrededor de 1,5 millones de expresidiarios.
En Colorado, el demócrata Jared Polis hizo historia como el primer gobernador homosexual en el estado.
Trump pasó la jornada enviando mensajes en Twitter a favor de candidatos republicanos en todos los niveles del gobierno, mientras aguardaba los resultados con amigos y familiares en la Casa Blanca.
Según la Casa Blanca, Trump participó en 50 mitines políticos, 30 de éstos en los últimos dos meses, movilizando a la base con mensajes sobre la prosperidad económica y la seguridad.
La Casa Blanca no hace mención de que en las últimas semanas, Trump puso énfasis en una estrategia de temor a una presunta “invasión” de inmigrantes centroamericanos indocumentados, a la vez que ha propuesto medidas de “más mano dura” contra éstos.