La sociedad Estadunidense se divide y detesta las medidas criminales que Trump ejerce contra los niños.
El movimiento de la administración Trump para separar a las familias inmigrantes en la frontera y detener a los niños, además de sus padres, entró en una crisis humanitaria y política el lunes cuando la Casa Blanca luchó por contener la creciente protesta pública.
La situación se ha convertido en una prueba moral para el presidente Trump y su administración. El lunes, el presidente expresó su desafío y siguió culpando falsamente a los demócratas del Congreso por lo que calificó como una situación “horrible y dura”. Pero Trump está facultado para ordenar de inmediato a los agentes fronterizos que dejen de separar a las familias como resultado de su política de aplicación de “cero tolerancia”.
El presidente afirmó que los padres que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México con sus hijos “podrían ser asesinos y ladrones y mucho más”, haciéndose eco de sus incendiarias declaraciones sobre los inmigrantes en el lanzamiento de su campaña en 2015. Y en una serie de tweets oscuros , advirtió que los inmigrantes indocumentados podrían aumentar el crimen de las pandillas y marcar el comienzo de los cambios culturales.
“Estados Unidos no será un campo de migrantes, y no será un centro de detención de refugiados”, dijo Trump en un discurso de mediodía. “Mira lo que sucede en Europa, mira lo que sucede en otros lugares. No podemos permitir que eso suceda en los Estados Unidos. No estoy bajo mi cuidado”.
Más de 2.300 niños fueron sacados de sus padres en la frontera entre el 5 de mayo y el 9 de junio, según estadísticas publicadas el lunes por el Departamento de Seguridad Nacional, con el ritmo de las separaciones familiares que crecieron durante ese período a casi 70 por día.
Las separaciones fueron condenadas rotundamente, incluso por las cuatro primeras damas vivientes, como crueles, inhumanas y antiamericanas. Los funcionarios de la administración rechazaron la comparación de la ex primera dama Laura Bush de los centros de detención con los campos de internamiento japoneses estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.
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Laura Bush: Separar a los niños de sus padres en la frontera ‘me rompe el corazón’.
La Casa Blanca dijo que las personas asesinadas por inmigrantes ilegales eran las verdaderas víctimas porque estaban “permanentemente” separadas de sus familiares, incluso enumerando delitos en un documento que los ayudantes de Trump compartían con sus aliados.
Aunque el gobierno trató de presentar una imagen pública de determinación acerada, prometiendo no disculparse por hacer cumplir la ley, como dijo el secretario de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen el lunes, altos funcionarios no están de acuerdo detrás de las escenas sobre los méritos y la moralidad de separar a los niños de sus padres .
“Los padres que ingresaron ilegalmente son, por definición,
Delincuentes”, dijo Nielsen a los periodistas durante una sesión informativa inusualmente contenciosa de la Casa Blanca. “Al ingresar ilegalmente a nuestro país, a menudo en circunstancias peligrosas, los inmigrantes ilegales han puesto en riesgo a sus hijos”.
Nielsen sostuvo que su agencia simplemente estaba aplicando la ley existente y dijo que le correspondía al Congreso cambiar la política. “Es el comienzo del desenlace de la democracia cuando el organismo que elabora las leyes, en vez de cambiarlas, le dice al organismo de aplicación que no haga cumplir la ley”, dijo.
Pero muchos legisladores no estaban de acuerdo con esa evaluación.
“La Casa Blanca puede arreglarlo si así lo desean”, dijo el senador Orrin G. Hatch (republicano de Utah). “No creo que haya ninguna pregunta sobre eso”.
Nielsen también dijo que la administración no está usando su política de “tolerancia cero” para presionar al Congreso para que actúe en la agenda migratoria más amplia de Trump o para disuadir a los inmigrantes de venir al país, contradiciendo comentarios de otros funcionarios del gobierno, incluido el Fiscal General Jeff Sessions. del personal John F. Kelly y asesor principal Stephen Miller.
La crisis cosechó noticias las 24 horas del día, y los periodistas informaron sobre sus primeros atisbos de las condiciones del piso de concreto y la jaula de metal dentro de los centros de detención.
Nielsen reconoció que no estaba al tanto de la cobertura de la crisis, incluido el audio de los niños que lloraban publicado unas horas antes por ProPublica. Dijo que no sabía por qué la administración había publicado imágenes el domingo de jóvenes en jaulas en un centro de detención de Texas, pero no de niñas.
Trump ha estado monitoreando de cerca la cobertura pero ha sospechado de ella, diciéndoles a los asociados que cree que los medios de comunicación seleccionan las imágenes e historias más dramáticas para retratar a su administración de manera negativa, según un alto funcionario de la administración.
Las imágenes en los medios contrastan con fotos más positivas que los asistentes de Trump han mostrado al presidente retratando a niños detenidos sonriendo, jugando videojuegos y haciendo ejercicio al aire libre, dijo el funcionario, que habló con la condición de que el anonimato fuera sincero.
Mientras tanto, Trump y sus asesores no pudieron detener la fuente de la oposición pública. Algunos funcionarios electos republicanos se unieron a los demócratas para expresar su indignación moral y pidieron el fin inmediato de la política de separación familiar de la administración.
En una indicación de que los líderes republicanos temen ramificaciones negativas en las elecciones legislativas de noviembre, el representante Steve Stivers (Ohio), que preside el brazo de campaña de los republicanos, pidió a la administración que cambie su política y “deje de separar innecesariamente a los niños de sus familias”.
El representante Fred Upton (R-Mich.) Dijo: “Es hora de que termine esta práctica fea e inhumana”. Ahora. “Agregó,” Nunca es aceptable usar a los niños como moneda de cambio en el proceso político”.
Y el senador John McCain (republicano por Arizona) tuiteó: “La actual política de separación familiar de la administración es una afrenta a la decencia del pueblo estadounidense y es contraria a los principios y valores sobre los que se fundó nuestra nación. La administración tiene el poder de rescindir esta política. Debería hacerlo ahora”.
Dos sondeos publicados el lunes mostraron abrumadoramente al público contra la separación de los hijos de inmigrantes ilegales de sus padres en la frontera. Una encuesta de CNN encontró que el 28 por ciento de los estadounidenses aprueba la política y el 67 por ciento desaprueba, mientras que una encuesta de Quinnipiac University tuvo un hallazgo similar, con el 27 por ciento de los votantes aprobando la política y el 66 por ciento desaprobando.
Trump se dirigirá a Capitol Hill el martes para reunirse con los republicanos de la Cámara de Representantes y presionar por una legislación de inmigración que proporcione fondos para su prometido muro fronterizo, entre otras prioridades. Altos funcionarios de la administración sugirieron que la crisis humanitaria en la frontera era una palanca para obligar a los legisladores a aprobar tal ley.
“No queremos separar a los padres de sus hijos”, dijo Sessions, un arquitecto y defensor clave de la política, en un discurso el lunes. “Si construimos el muro, si aprobamos la legislación para poner fin a la anarquía, no enfrentaremos estas terribles decisiones”.
Se espera que republicanos de la Cámara voten esta semana en dos proyectos de ley de inmigración: una medida de línea dura redactada por el presidente del Comité Judicial de la Cámara, Bob Goodlatte (R-Va.) Y un segundo proyecto de ley como un compromiso entre las alas moderada y conservadora del Partido Republicano.
Los líderes de la Cámara de Representantes se apresuraron a insertar disposiciones en ambas medidas que no separarían a las familias, de acuerdo con un alto asistente del Partido Republicano, y permiten que los niños permanezcan detenidos indefinidamente con sus padres. La perspectiva de pasar por cualquiera de los proyectos de ley es turbia en el mejor de los casos. Si ninguno de los dos obtiene el apoyo necesario, los legisladores deberían decidir si presentan una ley independiente que aborde la separación familiar.
La posición de Trump no ha sido clara. El presidente dijo en una entrevista televisiva el viernes que no firmaría “el más moderado” de las dos medidas, iniciando un día de confusión y caos en Capitol Hill que obligó a los funcionarios de la Casa Blanca a aclarar que Trump, de hecho, apoyó ambos proyectos. Antes de la reunión del martes, los republicanos dijeron que esperaban que Trump personalmente les asegurara que respalda su plan.
Los republicanos del Senado también comenzaron a redactar una propuesta legislativa para la creciente crisis de separación familiar, incluso cuando algunos en sus filas hicieron hincapié en que Trump tenía el poder de revertir la práctica por su cuenta. El líder de la mayoría del Senado, John Cornyn (R-Tex.), Dijo que un “puñado” de senadores republicanos había comenzado a discutir un proyecto de ley que sería “humanitario y compasivo pero que también permite al gobierno hacer cumplir la ley”.
Uno de los otros senadores trabajando en la solución, el senador James Lankford (R-Okla.), Habló en privado con Nielsen por teléfono sobre la crisis que se desarrollaba el viernes pasado y dijo que también se estaba acercando a los legisladores demócratas sobre un proyecto de ley que podría aprobar .
“En todas las direcciones que van, es malo”, dijo Lankford sobre los funcionarios del DHS. “Ese es el desafío que tienen”.
El presidente considera que la inmigración es una cuestión ganadora para él políticamente, dijeron los asesores. Se ha quejado repetidamente en los últimos meses de que se ve “débil” en la aplicación de la ley fronteriza y le preocupa que su base pueda volverse contra él por no ser más estricta, según un alto funcionario de la administración.
Un segundo funcionario de la administración dijo que Trump está de acuerdo con Miller, una influencia de línea dura en la administración, al creer que “si tenemos una discusión sobre inmigración, siempre ganamos porque ese es nuestro terreno, sin importar los matices de la el argumento es “.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que no hay una estrategia integral en juego. “¿Cuál es el final del juego?”, Preguntó otro alto funcionario de la administración.
En una reunión con los senadores Richard C. Shelby (R-Ala.) Y Shelley Moore Capito (RW.Va.) en la Casa Blanca el lunes, Trump recuperó su amenaza de cerrar el gobierno en septiembre si no recibe dinero para el muro fronterizo, según dos personas familiarizadas con la reunión. El presidente les dijo a los senadores que estaba dispuesto a tomar una acción tan drástica, dijeron estas personas, y quería que su financiación de la muralla junto con fuertes medidas de seguridad fronteriza.
El tema de la separación familiar fue mencionado de paso, con Trump culpando a los demócratas.
Detrás de las escenas en la Casa Blanca, los asistentes se apresuraron el lunes para manejar las consecuencias de las relaciones públicas y obtener apoyo para su política. El informe diario de la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders, programado inicialmente para la 1:15 p. M., Se retrasó a las 3:30 p. M., Luego a 4, luego a 5, por lo que Nielsen pudo formular preguntas en el atril. Estuvo en la Casa Blanca alrededor de la 1:00 p.m. preparándose para la sesión informativa y se reunió con Trump a las 3, según un funcionario de la Casa Blanca.
[ Frente a las protestas por las separaciones familiares, el jefe del DHS dice: “No nos disculparemos” ]
El lunes por la mañana, funcionarios de la administración de los Departamentos de Justicia, Salud y Servicios Humanos y Seguridad Nacional informaron a decenas de asesores del Congreso para explicar la política de “tolerancia cero” frente a las crecientes preguntas del Capitolio.
La Casa Blanca distribuyó más de 3.000 palabras de puntos de discusión a los aliados republicanos bajo el titular “Las políticas de los Demócratas del Congreso son responsables de la crisis fronteriza y las separaciones familiares”.
Los puntos de discusión, que incluyeron afirmaciones falsas repetidas y dijeron que los niños eran bien tratados, calificando de “litera” a los informes de tratos inhumanos, fueron en gran parte recibidos con asombro, de acuerdo con asesores republicanos de alto rango.
Los portavoces de Trump duplicaron la falsa afirmación del presidente de que los demócratas tenían la culpa. La administración señaló un acuerdo legal de 1997 y un anticiparte bipartidista de 2008.
El proyecto de ley de tráfico humano exige la separación de las familias .Pero las administraciones de George W. Bush y Barack Obama no compartieron esa interpretación.
Aunque Trump tuiteó, “¡Cambia las leyes!”, Ninguna ley exige que los niños sean quitados de sus padres después de cruzar ilegalmente la frontera. Y los legisladores republicanos y demócratas por igual sostienen que Trump podría terminar las separaciones por su propia voluntad.
Nielsen defendió la práctica de su agencia de separar a las familias migrantes y acusó a los medios y miembros del Congreso de caracterizar erróneamente la represión fronteriza de la administración.
“No nos disculparemos por el trabajo que hacemos, ni por la aplicación de la ley laboral, ni por el trabajo que los estadounidenses esperan que hagamos”, dijo Nielsen en declaraciones matutinas a oficiales de la ley en Nueva Orleans.
Los demócratas, mientras tanto, han escalado su campaña para denunciar las separaciones. La líder de la minoría de la Cámara, Nancy Pelosi (California) y un puñado de otros legisladores demócratas visitaron un centro de detención en San Diego.
En el Senado, los 49 miembros del caucus demócrata aprobaron un proyecto de ley de la senadora Dianne Feinstein (D-Calif.) Que prohibiría explícitamente a los funcionarios del DHS quitar a los niños de sus padres en la frontera, sin evidencia de tráfico o abuso.
Y la senadora Kamala D. Harris (demócrata de California), una abierta crítica de las políticas de control migratorio de la administración, llamó a Nielsen a renunciar, diciendo que sus declaraciones públicas falsas y engañosas en los últimos días son “descalificadoras”.
Hillary Clinton, la candidata presidencial demócrata de 2016, dijo que el pueblo estadounidense debería haber esperado la actual crisis en la frontera debido a las propuestas de campaña y la retórica de Trump.
“Advertí sobre esto durante los debates y en la campaña electoral, que las políticas de inmigración de Trump implicarían familias separadas”, dijo Clinton en un discurso el lunes. “Ahora, cuando miramos con corazones rotos, eso es exactamente lo que está sucediendo”.
