A pesar de la actividad petrolera y las afectaciones que ésta genera, el municipio quedó fuera del Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (Pacma) a través del cual, los proveedores o contratistas de Petróleos Mexicanos (Pemex) están obligados a destinar un monto correspondiente a 2 por ciento del contrato que efectúen en la zona.
La alcaldesa de Coatzintla, Patricia Cruz Matheis, declaró que sin recibir mayor información, la página del Pacma dejó de operar, por lo cual no pueden acceder para conocer el estado de las gestiones realizadas a través de este programa, una de ellas, la rehabilitación de la carretera a Palma Sola, dañada por la propia empresa luego de introducir un tendido eléctrico. Ahora, buscan que la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) destine algún recurso para su rehabilitación.
Para poder tener diálogo con los funcionarios, las autoridades locales deben acudir a las oficinas centrales en la Ciudad de México, en virtud de que las gerencias ubicadas en Poza Rica tampoco brindan atención o mayor información.
Al respecto, abundó que han tratado de dialogar con representantes de la empresa para atender daños al ambiente y a la comunidad de Escolín, donde un oleoducto ha causado derrames constantes, contaminando pozos artesianos.
“Han contaminado los pozos artesianos; se comprometieron a llevar agua pero no cumplieron, los vecinos se organizan y se manifiestan, pero en respuesta Pemex envía personal y a un notario para amedrentarlos con denuncias por bloqueo de sus instalaciones”, dijo.
La explicación que le dan es que el oleoducto ya superó su tiempo de vida útil, por lo que constantemente estará provocando derrames de aceite. Requiere ser sustituido totalmente, pero la empresa carece de recursos, por lo que sólo se encargan de colocar parches en los tramos dañados.
Además, los recursos que recibe Coatzintla de la Federación por ser municipio productor resultan irrisorios; 5 millones de pesos a pesar de la constante actividad en los campos Corralillo, Furbero y Coapechaca.
Con 56 mil habitantes, el municipio ha tenido problemas para acceder a mayores recursos para la realización de obras. Actualmente ejerce 13 millones de pesos en la pavimentación de cinco calles en la cabecera municipal, los cuales fueron gestionados en el programa Fortalece en octubre de 2016 y les fueron depositados apenas el 28 de diciembre de 2017.
De igual forma, han buscado acceder a recursos federales del programa del Fondo Metropolitano, sin éxito, para la rehabilitación del Libramiento Bicentenario, que a menos de siete años de su inauguración se encuentra destrozado.
Por si fuese poco, en 2016 la administración municipal dejó de recibir 27 millones de pesos por parte de Sefiplan, enviados por la Federación, lo que ha prolongado las tareas para abatir el rezago social del que es objeto, a pesar de la actividad petrolera que se ha ejercido en la zona al menos desde finales del siglo XI