Aun cuando las autoridades federales y el gobierno de la Ciudad de México evitan hablar claro sobre la presencia o no del Cártel de Jalisco Nueva Generación en la capital del país, lo cierto es que sus sicarios compiten con las bandas de narcomenudistas enquistadas en varias demarcaciones, principalmente en el sur de la ciudad.
Especialistas en asuntos de seguridad comentan que la organización liderada por El Mencho hizo su primera incursión en la ciudad en 2015.
CIUDAD DE MÉXICO.- Durante la administración de Enrique Peña Nieto ninguna organización criminal había desafiado de manera tan directa al gobierno federal como lo ha hecho en las últimas semanas el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
En una entrevista televisiva, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, declaró que el CJNG es el objetivo prioritario del gobierno federal: “No son sólo El Mencho y sus secuaces, sino la organización criminal que está detrás…”.
Dos semanas después, el lunes 5, el CJNG levantó a dos agentes de la Procuraduría General de la República adscritos a la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Seis días después, el domingo 11, subió a las redes sociales un video en el que ambos agentes aparecen de rodillas y con las manos atadas por la espalda, mientras sus presuntos captores los amagan con armas largas. Sólo entonces la procuraduría admitió la detención de sus dos elementos.
En el video uno de los detenidos se identifica como Octavio Martínez Quiroz y asegura ser agente de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO); el otro, quien dice llamarse Alfonso Hernández Villavicencio, lee un mensaje en el que afirma que Gobernación les dio órdenes de hacer detenciones arbitrarias y desaparecer a narcotraficantes.
Y añade: “El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida; el general Salvador Cienfuegos y el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, han dado la orden a todas las dependencias de gobierno, en especial al grupo de investigación de la SEIDO, Ejército y Marina, para que hagan negativa toda captura de cualquier objetivo, sea o no sea delincuente, y desaparecer todo rastro de las operaciones que realicemos, así como permiso abierto de hacer lo que queramos con ellos, que es lo que hemos estado haciendo en conjunto con la Marina”.
Vacila un poco. Y continúa: “Acciones como tortura, robo, secuestro de nuestros objetivos y hasta desaparecerlos sin respetar mujeres, niños y personas mayores, siendo ellos las principales víctimas”.